DESENCANTO EN EL PEZ VOLADOR

 La verdad es que las caras de nuestros jugadores cuando abandonaban la piscina del Pez Volador no eran ni mucho menos de felicidad. Caras largas, tristes, que no expresaban  siquiera cansancio. No sabría muy bien explicarlo. La gente que nos arropó desde las gradas (superior en número a los que apoyaban a los madrileños, es para quitarse el sombrero, ¡¡gracias!!) nos decía que muy bien, que había sido un gran partido y que tendríamos que estar contentos. Pero a veces ni eso te anima.

Puede que tenga mucho que ver con el nivel de exigencia que cada uno se plantee, con las metas a lograr; con el hecho de, una vez visto el terreno, y con la evaluación de hasta dónde llegan tus posibilidades, ser consciente de lo que lograste, de lo que dejaste de lograr y, ante todo, de lo que pudiste conseguir. Quizá sea eso lo que marque el desencanto de la tarde-noche de ayer.

Con todo esto, este resultado hace unos meses sería un éxito (sin ir más lejos, el último enfrentamiento ante el Real Canoe Máster, celebrado el 6 junio de 2008, se saldó con derrota por una decena de goles de diferencia  y, ante todo, con años luz de distancia en juego), pero ayer, cuando lo vimos tan cerca, nos dejó un sabor agridulce. Quizá no tanto por la derrota, sino porque parece marcar el nivel que este equipo puede alcanzar hoy por hoy. No creo que este equipo no pueda crecer más, pero para eso hará falta mucho más por parte de todos y cada uno de sus jugadores.  Vamos a ver que pasó en el encuentro.

Real Canoe Máster		12
J. Carlos, Edu (1), Carlos (1), Ramón, Jiménez, García (1)y Marcus (1); Alfredo, Blanco (2), David (1), Miguel (1), Piñero y Jose Luis (4)
CW. Valdepeñas	9
Cifu, Fernández, Álvaro, Ricky, Chete (3), Ojeda (3) y Nandis (2); Cuadra (1), Tate, David, Nicola y Manu.

Arrancó el partido con un ritmo frenético (¿sería el frío?). Nada más comenzar, en el 2º ataque, se adelantaban los locales para, tan solo un minuto después verse empatados. Pero sin tiempo para pestañear, aprovechando el descocierto de nuestra defensa primero, y una superioridad después, el Real Canoe abría brecha poniéndose 2 goles arriba. Ante esto, nuestro equipo reaccionó y, primero con un golazo de Ojeda y después con una gran jugada de Nandis en la boya igualaba el encuentro. Lástima que cuando concluía este cuarto, se adelantaban con un nuevo tanto los locales, aprovechando una nueva superioridad.

Ya ven, mucho ritmo por ambas partes y muchos goles. A nosotros nos estaba costando algo más llegar a su portería, pero por otro lado les estábamos obligando a jugar fuera de la boya.

En el 2º cuarto el partido bajó de ritmo, lo que claramente beneficiaba a los locales. Mientras ellos intentaban imponer un juego más pausado, con más movimiento de balón, Valdepeñas intentaba aprovechar su mayor rapidez. Dos nuevos goles del Canoe nos ponían bastante por debajo en el marcador, pero de nuevo Ojeda con otro golazo nos mantuvo en el partido. Aún así estaba claro que nuestra defensa no estaba tan bien como en otros partidos y a nuestro ataque le faltaba bastante ritmo. Al descanso mandaban los locales por 6-4.

 Nada más comenzar el 3er cuarto volvía a marcar el Real Canoe para ponerse 3 arriba; pero nuestro equipo, en lugar de hundirse, comenzó a crear juego y a imponer su velocidad para empatar el encuentro con un parcial de 0 a 3. Ojeda, Chete y Cuadra nos hacían soñar con dar la sorpresa en este gran campo.

Pero si algo nos condenó en el partido de ayer fue nuestra nula eficacia al defender las superioridades de  nuestro rival y, gracias a dos “uno más”, el Canoe mandaba en el marcador al final de este cuarto por 9 a 7. Por delante 8 minutos y un gran reto.

Reto que se hacía más grande tras aprovechar los locales una nueva superioridad y aumentar su ventaja en un gol. Nuestro equipo comenzó a presionar aún más y a realizar ataques más rápidos, y de ello se beneficiaron Chete y Nandis para marcar dos goles más pero, en consecuencia nuestra defensa bajó aún más su rendimiento y, tras dos nuevas superioridades, el Real Canoe mataba el partido. Al final 12 a 9, resultado más que justo.

Perfectos Ojeda, Chete y Nandis tirando del equipo en los momentos difíciles, y muy bien Cifu, Álvaro y Fernández, que nos mantuvieron en el partido con su gran esfuerzo.

Realmente, una vez uno repasa el encuentro se da cuenta de que fue un partidazo de waterpolo como hemos disfrutado pocos. Pero siempre nos quedará la incertidumbre de saber hasta dónde podría haber llegado este equipo a estas alturas de temporada con un poco más de compromiso por parte de todos .

No quisiera cerrar esta crónica sin intentar transmitir el orgullo que supuso para muchos de nosotros competir contra un equipo como el Real Canoe Máster, conjunto que bebe directamente de aquel Real Canoe campeón de dos ligas nacionales a finales de los noventa, y que nos parecen un claro ejemplo de los valores que transmiten este deporte y con los que nos sentimos plenamente identificados.

Por último, agradecer al público asistente el que sea capaz de hacer el esfuerzo y desplazarse hasta Madrid para apoyarnos y animarnos. ¡¡Muchas gracias!!