Buscar una respuesta tras el partido a la debacle sufrida ayer en la M-86 ante el Stadium Casablanca no fue nada fácil. ¿Fue la actitud? ¿La tensión competitiva? ¿Realmente existe una diferencia de 14 goles entre los dos equipos? Yo sigo sin explicarmelo y creo que será difícil que volvamos a cuajar un partido tan malo en mucho tiempo, pero claro, depende única y exclusivamente de nosotros. ¿Por qué? Porque nos hemos enfrentado a muchos equipos mejores que el que ayer nos humilló y hemos dado la cara, hemos competido y en muchos casos hemos optado a la victoria hasta el final. Pero ayer nos fuimos al descanso con un 9-0 de parcial (sí, 9) lo que habla de la lección física y táctica recibida, del baño en actitud y tensión competitiva, del que no podemos mas que aplaudir e intentar sacar un aprendizaje: así se entra en los partidos, con tensión, con ganas, con la mente al 100% desde el pitido inicial, y no llegando tarde, entrando de 3 en 3 al calentamiento con diferencias de hasta 20 minutos entre unos jugadores y otros y con una motivación y una concentración que ni l@s niñ@s de un colegio en el partido del recreo. Porque en los partidos tenemos que estar enchufados desde una hora antes, intentando simplemente sacar lo mejor de nosotros mismos para regalarlo al objetivo común, al propósito final del equipo, superarnos en cada jugada, en cada partido y crecer y mejorar como un conjunto; ¿No es eso el deporte? Ayer nos traicionamos como equipo y el resultado salta a la vista. Toca reflexionar, aprender y seguir mirando hacia adelante. Vamos con el partido.
El primer cuarto, que acabaría siendo un monólogo local, comenzó con un movimiento genial de Pincho en boya que nos proporcionó un penalty a favor cuando no se había cumplido ni un minuto de juego. El portero zaragozano realizó una gran parada y dos jugadas más tarde cambiaba completamente el tercio del partido cuando, aprovechando su primera superioridad, el conjunto maño se ponía por delante. En los dos primeros minutos de juego se condensó la historia del partido; de un error nuestro arriba nacía la ocasión del rival y el balón acababa en nuestra red. Tras este gol, no supimos levantarnos y solo acertamos a mirar como los jugadores zaragozanos acribillaban a Cifu. En el primer cuarto controlamos las contras locales pero no su movimiento de balón. Los de Zaragoza fijaban un arco irregular, que les proporcionaba un movimiento de balón claro y varias opciones ofensivas que no supimos tapar. Manejaban un buen juego interior, coqueteando con la doble boya en ocasiones pero llegando casi todos sus goles en lanzamientos exteriores tras movimientos rápidos y certeros del esférico. De nosotros no había noticias. En defensa, apenas sobrevivíamos; en ataque, en lugar de mover el balón y buscar huecos para lanzamientos en buenas posiciones, optamos por surtir de balones a Héctor y Chete para después dejarlos solos, sin opciones de pase; o directamente regalar balones y posesiones. 5-0.
Con una losa demasiado pesada a cuestas, regalamos el 2º cuarto también. No nos quedaría ni el orgullo. El conjunto maño optó en estos 8 minutos aumentar la presión y matar el partido a contras, y se lo pusimos realmente fácil. El partido se agitó, lo que no nos convenía para nada, y nos endosaron otro duro parcial, este de 4-0. Se comenzó a nadar demasiado y claro, se creaban huecos y ocasiones por todos lados.
En defensa estábamos incluso peor, erráticos, previsibles, no realizábamos ni una ayuda, cada uno la guerra por su cuenta, y nuestro rival se relamía ante tal desconcierto. En ataque mostramos más cosas. Movimos un poco más el balón (aunque desesperadamente lento) y creamos huecos para que Pincho (brillante ayer en ataque, de lo poco salvable) se afanara en sacar superioridades desde la boya. Descanso. 9-0.
El 3er cuarto que nos regalaron Chete, Héctor, Pincho y Ojeda fue lo mejor del partido de ayer. Dieron más velocidad a nuestro ataque, crearon apoyos, movieron el balón de lado a lado y anotaron un parcial de 0-2 que al menos nos daba esperanza de maquillar un poco el resultado. Lástima que los demás no pudimos ni acompañarlos. En ataque la mejoría continuaba y Pincho y Nandis llegarían a provocar hasta 5 superioridades en los dos últimos cuartos; superioridades que desperdiciamos de una manera horrible. Tras el "arreón" inicial del 3er cuarto, nos mantuvimos a flote con dificultad, pero mostramos algunos minutos de buena defensa, con ayudas, con tensión, robando balones y provocando contras y ocasiones claras que un ayer brillante portero maño enviaba al limbo. Al menos la imagen estaba siendo otra. El juego se endureció ligeramente y se pudieron ver más choques, más tensión. Algo al fin. Aun así, en ataque el conjunto zaragozano siguió a lo suyo y se llevó también el 3er parcial por 3 goles a 2.
El último cuarto tuvo poca historia. El cansancio de ambos equipos, nuestra falta de actitud y orgullo, y la diferencia evidente de juego en el día de ayer provocaban otro parcial de 4-0 para los locales y cerraba el partido en un duro 16-2. Poco más se puede decir.
Todo equipo tiene días malos, todos tenemos días en que no nos sale nada y en los que el balón siempre prefiere chocar contra el palo a hacerlo con la red, eso cualquiera que practica deporte y compite lo sabe; pero la actitud, la tensión a la hora de enfrentarse a los retos, el compañerismo y el dar el máximo en cada balón, eso es innegociable compañeros. Seguiremos. Esto nos hará crecer.
Lo más destacable de la jornada de ayer fue nuestra afición. Hasta 10 personas nos acompañaron a la piscina M-86 y no dejaron de animar y apoyar a un equipo que no les estaba respondiendo desde el agua. Gracias.
El próximo fin de semana nos espera el encuentro aplazado ante el C. Brains B. Será el domingo 30 a las 17:00 horas en las instalaciones del Colegio Brains.
Pd.- Hoy nuestro pensamiento y nuestro corazón están con la familia de Carlos. Tu paso por nuestro club dejó huella. Descansa en paz, amigo.
1ª DIVISIÓN
MADRILEÑA
7ª JORNADA
(15/11/2014)
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STADIUM CASABLANCA
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16
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Murillo, Gimeno, Diego (4), Fabrel, Toreño (1),
López (5) y Jorge (4); Adrián, Diego II (1) y Tejero (1).
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CW. VALDEPEÑAS
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2
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Cifu, Ricky, Ojeda, Edu, Héctor (1), Chete (1) y
Pincho; Nandis, Javi, Carlitos, Alberto, Chechu y Álvaro.
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PARCIALES:
5-0/4-0/3-2/4-0
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Con una losa demasiado pesada a cuestas, regalamos el 2º cuarto también. No nos quedaría ni el orgullo. El conjunto maño optó en estos 8 minutos aumentar la presión y matar el partido a contras, y se lo pusimos realmente fácil. El partido se agitó, lo que no nos convenía para nada, y nos endosaron otro duro parcial, este de 4-0. Se comenzó a nadar demasiado y claro, se creaban huecos y ocasiones por todos lados.
En defensa estábamos incluso peor, erráticos, previsibles, no realizábamos ni una ayuda, cada uno la guerra por su cuenta, y nuestro rival se relamía ante tal desconcierto. En ataque mostramos más cosas. Movimos un poco más el balón (aunque desesperadamente lento) y creamos huecos para que Pincho (brillante ayer en ataque, de lo poco salvable) se afanara en sacar superioridades desde la boya. Descanso. 9-0.
El 3er cuarto que nos regalaron Chete, Héctor, Pincho y Ojeda fue lo mejor del partido de ayer. Dieron más velocidad a nuestro ataque, crearon apoyos, movieron el balón de lado a lado y anotaron un parcial de 0-2 que al menos nos daba esperanza de maquillar un poco el resultado. Lástima que los demás no pudimos ni acompañarlos. En ataque la mejoría continuaba y Pincho y Nandis llegarían a provocar hasta 5 superioridades en los dos últimos cuartos; superioridades que desperdiciamos de una manera horrible. Tras el "arreón" inicial del 3er cuarto, nos mantuvimos a flote con dificultad, pero mostramos algunos minutos de buena defensa, con ayudas, con tensión, robando balones y provocando contras y ocasiones claras que un ayer brillante portero maño enviaba al limbo. Al menos la imagen estaba siendo otra. El juego se endureció ligeramente y se pudieron ver más choques, más tensión. Algo al fin. Aun así, en ataque el conjunto zaragozano siguió a lo suyo y se llevó también el 3er parcial por 3 goles a 2.
El último cuarto tuvo poca historia. El cansancio de ambos equipos, nuestra falta de actitud y orgullo, y la diferencia evidente de juego en el día de ayer provocaban otro parcial de 4-0 para los locales y cerraba el partido en un duro 16-2. Poco más se puede decir.
Todo equipo tiene días malos, todos tenemos días en que no nos sale nada y en los que el balón siempre prefiere chocar contra el palo a hacerlo con la red, eso cualquiera que practica deporte y compite lo sabe; pero la actitud, la tensión a la hora de enfrentarse a los retos, el compañerismo y el dar el máximo en cada balón, eso es innegociable compañeros. Seguiremos. Esto nos hará crecer.
El próximo fin de semana nos espera el encuentro aplazado ante el C. Brains B. Será el domingo 30 a las 17:00 horas en las instalaciones del Colegio Brains.
Pd.- Hoy nuestro pensamiento y nuestro corazón están con la familia de Carlos. Tu paso por nuestro club dejó huella. Descansa en paz, amigo.
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